El botox, comercializado inicialmente en España con el nombre de Vistabel por el laboratorio Allergan, es la toxina botulínica. Su uso mejora las arrugas de expresión facial, sin el empleo de la cirugía. Otros dos laboratorios han comercializado también la toxina botulínica con los nombres de Bocouture y Azzalure. (Laboratorios Merz Pharma  y Galderma)

Mediante una técnica muy cuidada y personalizándola en cada paciente, se consigue un rejuvenecimiento integral de la mirada, con un resultado natural y manteniendo la perfecta expresión, no congelada.

Es un tratamiento muy seguro, con el que ya han sido tratados millones de pacientes con buenos resultados. Aprobado por la FDA de EEUU desde el año 2002, para su uso en estética. No requiere realizar ninguna prueba de alergia, como si precisan otros tratamientos en estética.

El tratamiento es ambulatorio, por tanto sin necesidad de ingreso hospitalario. No requiere anestesia puesto que las agujas que se utilizan son de calibre muy fino (30G)

El Botox “Vistabelle” (es el que utilizamos en nuestra clínica) debe prepararse en el momento de su uso añadiéndosele suero fisiológico al producto. El producto viene en ampollas unipersonales de 50 unidades y que se distribuyen dependiendo de las arrugas que son tratadas. El Botox actúa relajando los músculos faciales, responsables de las arrugas, permitiendo mantener un aspecto natural.

Tras el tratamiento se puede seguir la actividad habitual sin restricciones. Apenas hay cambios visibles, únicamente puede haber un ligero hinchazón local que desaparece  en menos de media hora, y excepcionalmente algún pequeño hematoma que igualmente desaparecerá a los pocos días.

El efecto empieza a notarse desde el tercer al quinto día en general, apreciándose una pérdida de fuerza en la zona tratada. El efecto será completo a los 15 días normalmente, cuando se consigue una importante disminución de las arrugas de expresión con un evidente rejuvenecimiento y aspecto más relajado.

La duración del efecto viene a ser de aproximadamente 4 a 6 meses, y lo habitual es que la duración pueda ir alargandose tras varios tratamientos.